VENTA DE EMOLIENTES GENERA EMPLEO Y DINERO
Enviado el 30 de October del 2006 a las 2:55 am por José Alfredo Andaluz Prado
Enviado el 30 de October del 2006 a las 2:55 am por José Alfredo Andaluz Prado
Augusto Huamán, de nacionalidad peruana, llegóhace seis años al Ecuador, a pocos días después que la dolarización se implantó en el país.
A partir de ahí, gracias a la venta de emolientes o aguas medicinales ha generado ingresos que le han permitido vivir cómodamente y mantener a su familia.
Esta tradición que tiene su origen en el departamentode Cajamarca en el Perú hace 25 años se haconvertido en la principal actividad de muchos ecuatorianosy peruanos en Machala.
Se calcula que más de 40 personas se dedican a preparar las llamadas aguasfrescas, aunque de fresca tiene muy poco.
Son preparados a base uña de gato, boldo, sábila,chancapiedra, cola de caballo, linaza, entre otras plantasque juntas son buenas, según sus consumidores,para desinflamar las vías urinarias, riñón, hígado,próstata, bajar de peso, eliminar el colesterol y triglicéridos,purificar la sangre entre otras cosas.
Actualmente , en varias calles de la capital orense es común ver a jóvenes “ naturistas ” que ofrecen emolientes o infusiones bajo la premisa de que poseen ciertas ventajas para el cuerpo humano, situación que ha llevado a propagarse este negocio debido a la gran demanda que existen por las aguas medicinales.
De acuerdo a Huamán, su esposa y parte de sufamilia se dedica esta actividad a pesar de que al comienzo nadie conocía de las aguas naturales.
Con el dinero que gana ha podido darle educación a sus hijos y traer a sus padres al Ecuador para que vivan junto aél y darles todas las atenciones.
En Machala, cada vaso de emolientes se lo vende a 25 centavos, aunque se conoce que en otras ciudades como en Guayaquil se lo expende hasta 50 centavos de dólar.
La consumen por igual hombres y mujeres,adultos y jóvenes, especialmente muy por la mañana o por la noche.
Habitualmente, cuando la venta está buena se logra ingresos de hasta 20 dólares aunque de ese dinero sedebe invetir en lo que es la compra del material al que se suma el agua de cebada, sangre de drago, miel de abeja y otras aguas aromáticas que poseen ciertos atributos para curar enfermedades.
Por su parte, William Cabrera, proveniente de Cuenca, también sale con su esposa a trabajar desdelas 06:00 am todos los días.
Él señala que la venta es hasta las 11:00pm y de ahí por la tarde desde las 17:00 pm hasta las 22:30 pm, recorriendo con su carretilla ciertos puntos estratégicos de la ciudad.
William considera que en los últimos meses se ha incrementado el número de vendedores de emolientes,pero indica que pese a la competencia, todos pueden generar ciertos ingresos que por lo menos le permitan cubrir con los gastos habituales como es pagar el arriendo y comprar la comida.
En definitiva, la venta de emolientes en las calles ha conseguido que en el caso de muchas personas,puedan tener un empleo y un ingreso seguro, mientrasque gran parte de la población le ha puesto mucha fe a las aguas medicinales para curar ciertasdolencias.
A partir de ahí, gracias a la venta de emolientes o aguas medicinales ha generado ingresos que le han permitido vivir cómodamente y mantener a su familia.
Esta tradición que tiene su origen en el departamentode Cajamarca en el Perú hace 25 años se haconvertido en la principal actividad de muchos ecuatorianosy peruanos en Machala.
Se calcula que más de 40 personas se dedican a preparar las llamadas aguasfrescas, aunque de fresca tiene muy poco.
Son preparados a base uña de gato, boldo, sábila,chancapiedra, cola de caballo, linaza, entre otras plantasque juntas son buenas, según sus consumidores,para desinflamar las vías urinarias, riñón, hígado,próstata, bajar de peso, eliminar el colesterol y triglicéridos,purificar la sangre entre otras cosas.
Actualmente , en varias calles de la capital orense es común ver a jóvenes “ naturistas ” que ofrecen emolientes o infusiones bajo la premisa de que poseen ciertas ventajas para el cuerpo humano, situación que ha llevado a propagarse este negocio debido a la gran demanda que existen por las aguas medicinales.
De acuerdo a Huamán, su esposa y parte de sufamilia se dedica esta actividad a pesar de que al comienzo nadie conocía de las aguas naturales.
Con el dinero que gana ha podido darle educación a sus hijos y traer a sus padres al Ecuador para que vivan junto aél y darles todas las atenciones.
En Machala, cada vaso de emolientes se lo vende a 25 centavos, aunque se conoce que en otras ciudades como en Guayaquil se lo expende hasta 50 centavos de dólar.
La consumen por igual hombres y mujeres,adultos y jóvenes, especialmente muy por la mañana o por la noche.
Habitualmente, cuando la venta está buena se logra ingresos de hasta 20 dólares aunque de ese dinero sedebe invetir en lo que es la compra del material al que se suma el agua de cebada, sangre de drago, miel de abeja y otras aguas aromáticas que poseen ciertos atributos para curar enfermedades.
Por su parte, William Cabrera, proveniente de Cuenca, también sale con su esposa a trabajar desdelas 06:00 am todos los días.
Él señala que la venta es hasta las 11:00pm y de ahí por la tarde desde las 17:00 pm hasta las 22:30 pm, recorriendo con su carretilla ciertos puntos estratégicos de la ciudad.
William considera que en los últimos meses se ha incrementado el número de vendedores de emolientes,pero indica que pese a la competencia, todos pueden generar ciertos ingresos que por lo menos le permitan cubrir con los gastos habituales como es pagar el arriendo y comprar la comida.
En definitiva, la venta de emolientes en las calles ha conseguido que en el caso de muchas personas,puedan tener un empleo y un ingreso seguro, mientrasque gran parte de la población le ha puesto mucha fe a las aguas medicinales para curar ciertasdolencias.