viernes, 14 de noviembre de 2008

Testimonio peruano sobre la importancia del emoliente...




SALE CALIENTE
No sólo el frío, también una necesaria dosis de salud, invita a tomar un vaso de emoliente por estos días.Desde hace años don César Romero Ultima trabaja preparando y distribuyendo emolientes. Cuando en la empresa donde trabaja quebró, se vio en la necesidad de buscar la manera de conseguir dinero; vendió huevos, frutas y golosinas de manera ambulatoria, pero un día conversando con un amigo surgió la idea de los emolientes y con esfuerzo y con esfuerzo y un pequeño capital inicio su negocio.Todo comienza a las cuatro de la mañana, cuando don César, después de haber preparado la linaza, la alfalfa, la uña de gato, la sábila, etc. se lanza a la calle para tomar posición de la esquina comprendida entre las avenidas Guzmán Barrón y América , y desde esa hora empieza ha desfilar los clientes, que entre vaso y vaso dejan las botellas vacías.Ser emolientero implicó la compra de un triciclo, un cajón de madera adaptado para soportar un balde de acero inoxidable, un pequeño tanque con agua hirviendo, para desinfectar los vasos, una cocina primux y más de 10 botellas de vidrio. También tuvo que prepararse leyendo libros de medicina natural para conocer el poder curativo de las plantas.A las nueve de la mañana, después de haber vendido aproximadamente 40 vasos a cincuenta céntimos y a un sol el especial, se retira para volver a las 5 de la tarde, pero esta vez será en otra esquina.La gente sufre comúnmente de problemas renales, hepáticos, del aparato digestivo, los bronquios y la próstata, etc. Un vaso de emoliente consta de una variada combinación de plantas, entre las cuales destacan: linaza, que es fundamental para el sistema digestivo y los riñones; boldo, como purgante natural; alfalfa para los problemas respiratorios y para la hemoglobina baja; maca para fortalecer el organismo; agua de cebada para el sistema urinario; agua de papa el hígado; cola de caballo, chancapiedra, miel, algarrobita, sangre de grado, polen, etc. Toda esta combinación es esencial al momento de la preparación para una buena terapia.El tiempo y la experiencia con la plantas han hecho que don César prepare un jarabe muy bueno par los bronquios, siendo su principal consumidor un químico farmacéutico.En este tiempo de crisis las personas buscan nuevas maneras de trabajo y entre la necesidad, el ingenio hace su aparición, pero también como consumidores buscamos alternativas de curación. En este caso el poder curativo de las plantas parece ser un sano sustituto, combinación que encontramos en un vaso de emolientes bien calientito a bajo precio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaría ir a probar este rico emoliente. Donde está esta esquina? Guzmán Barrón y América?, no la ubico en el plano

Anónimo dijo...

Todo esto es saludable lo digo xk yo lo tomo y tbm bendo en modulo son ricos